Uno de los materiales para scrapbooking más utilizados y más complicados de almacenar son las cintas. Las cintas son un elemento embellecedor para cualquier trabajo, pero son delicadas, se arrugan, cogen polvo y son fáciles de manchar si no están bien almacenadas, con lo que arruinarían nuestros trabajos.

He paseado virtualmente por muchos blogs y webs de personas que se dedican a las manualidades para ver de qué manera organizan las cintas y he encontrado de todo : desde quien guarda sus cintas organizadas por colores dentro de tarros de cristal, cintas colgadas de bastones de madera, cintas guardadas en el mismo envoltorio donde vienen cuando las compramos simplemente metidas en un cajón, hasta quien las cualga de una percha, etc … cada cual tiene su sistema, claro, y en nuestra mano está el escoger el que más se adapte a nosotros.

Después de sopesar diferentes opciones yo me he decantado por las cajitas de plástico de Cropper Hopper. Son cajas muy pequeñas, apenas de 4 cm de lado y algo más de ½ cm de grueso, transparentes y que vienen ya con una etiqueta identificativa. Me funcionan muy bien para las cintas estrechas, de las que he acumulado un buen número durante estos últimos meses, porque tengo que confesar que me encantan.

Estas cajitas me permiten tener las cintas perfectamente enrolladas, sin arrugarse y sin coger polvo ni mancharse ya que quedan completamente dentro de la caja y puedo ver su interior e incluso cortar la parte que necesito, sin sacarla de la misma. Este sistema permite almacenar un gran número de cintas en poco espacio y mantener asimismo los cajones ordenados. Yo organizo mis cintas por colores, dentro de un par de cajones, con lo que siempre puedo localizar la mas adecuada en un mínimo de tiempo.

A veces me asusto de ver cuántas cintas he ido acumulando, de todas maneras da igual cuantas tengamos, siempre necesitamos la que aún no hemos comprado ¿no es cierto?